El CERN es en esta época uno de los centros neurálgicos
de la ciencia más impactante, pero también un lugar donde confluyen
ideas que aspiran a que todos participemos de los descubrimientos que
haga una nueva ciencia, una ciencia abierta. Funcional a esto ha lanzado ahora la versión 1.1 de su OHL, una licencia de hardware abierto
que propone dejar a disposición de una comunidad tecnológica sin
restricciones toda la información sobre los componentes de hardware,
siempre en busca de trabajar colaborativamente a través del intercambio
de descubrimientos entre diferentes entidades científicas y darle más
calidad al diseño electrónico del hardware.
Los principios y valores que circundan el concepto del código abierto han recalado muy fuerte en nosotros, tanto como en la mayoría de los lectores, desde los comienzos de nuestras aventuras informáticas, y es por ello que ante cada demostración de que sus reivindicaciones son encumbradas por los más altos proyectos científicos, un esbozo de orgullo es difícil de ocultar. Luego de haber dado un puntapié inicial de lo más exitoso, el CERN vuelve a la carga y publica una continuación de la primera versión de la Licencia de Hardware Abierto (Open Hardware License), que circunscribe legalmente al hardware de código libre en pos de crear un ámbito de intercambio de información reglada y una red de trabajo en conjunto que ayude a construir, evaluar, reparar y modificar los mejores componentes para los aceleradores.
Basándose en los comentarios aportados por los participantes de la versión primera, la versión 1.1 de la OHL del CERN expone más fuertemente la capacidad de uso, difusión y reproducción de la información científica recabada en torno a los avances en el CERN y sobre todo a los componentes de hardware que forman parte de sus eminencias tecnológicas como el LHC. En este sentido es que se ha puesto a disposición de toda la comunidad un paquete de considerables dimensiones que incluye diagramas esquemáticos, placas de circuitos y moldes o plantillas de trabajo y los detalles técnicos y mecánicos del hardware bajo licencia OHL.
Los principios y valores que circundan el concepto del código abierto han recalado muy fuerte en nosotros, tanto como en la mayoría de los lectores, desde los comienzos de nuestras aventuras informáticas, y es por ello que ante cada demostración de que sus reivindicaciones son encumbradas por los más altos proyectos científicos, un esbozo de orgullo es difícil de ocultar. Luego de haber dado un puntapié inicial de lo más exitoso, el CERN vuelve a la carga y publica una continuación de la primera versión de la Licencia de Hardware Abierto (Open Hardware License), que circunscribe legalmente al hardware de código libre en pos de crear un ámbito de intercambio de información reglada y una red de trabajo en conjunto que ayude a construir, evaluar, reparar y modificar los mejores componentes para los aceleradores.
Basándose en los comentarios aportados por los participantes de la versión primera, la versión 1.1 de la OHL del CERN expone más fuertemente la capacidad de uso, difusión y reproducción de la información científica recabada en torno a los avances en el CERN y sobre todo a los componentes de hardware que forman parte de sus eminencias tecnológicas como el LHC. En este sentido es que se ha puesto a disposición de toda la comunidad un paquete de considerables dimensiones que incluye diagramas esquemáticos, placas de circuitos y moldes o plantillas de trabajo y los detalles técnicos y mecánicos del hardware bajo licencia OHL.
La colaboración en el diseño de circuitos y demás hardware aportarán a la calidad de los productos finales.
Desde Marzo de este año y en forma de repositorio de hardware abierto,
la primera versión fue publicada trayendo muy buenas repercusiones en la
comunidad científica, sobre todo de aquella que por ideología o
diferencias objetivas se distancian un poco del marco de referencia
instalado por las elites, tomando el término como lo hacía Oscar Varsavsky.
La influencia que han tenido los ingenieros que han levantado esta
nueva etapa del hardware de código abierto, entre los que se destaca el
español Javier Serrano, fundador de OHL, ha sido el éxito en plataformas científicas del software de código abierto,
siendo Linux una musa inspiradora declarada. También se dijo que “la
idea es hacer de OHL más utilizable por otras entidades científicas” y
que al “compartir diseños de manera abierta, […] se espera mejorar la
revisión por pares” y con esto el ahorro de fuerza de trabajo ante la
colaboración pública. La propuesta de una ciencia abierta otra vez se potencia desde organismos claves para la investigación, y no podríamos estar más contentos.
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